0 Comentarios
Siento una dicha nueva: una dicha profunda que se manifiesta ligera, abierta. Hoy menstruo: me encuentro en mi segundo día de sangrado. Hace 16 años que sangro cada mes, pero tansolo hace dos años, redondeando, que empecé a interesarme por mi ciclo, a comprenderlo y a amarlo. Sí, a día de hoy amo mi sangre lunar, agradezco y honro mi sangrado. Pero no siempre fué así. Menstruar era para mí sinónimo de dolor y agonía mezclados. Unos días del mes cuya llegada no celebraba y durante los que tiraba como podía esperado hasta que todo hubiera pasado. ¡Que ironía! Cuantísima información me estaba pasando desapercibida sobre mí, mis emociones, mi vida... Me medicaba para poder funcionar y no sentir el dolor ¡cuando ese importante mensaje del cuerpo me traía! Entender mi ciclo menstrual, fue un paso esencial para conectar conmigo misma y empezar a amarme. He aprendido a sentirlo, a observarme obserbándolo, a escucharle cuando me habla. Pues a cada nuevo ciclo aprendo de su mágia. |
Autora,
|