Nos encontramos ante una de las festividades más importantes del año: hoy celebramos el día de Todos los Santos o Samhain, el fin de año del calendario celta y wiccano. En Cataluña celebramos la Castañada, en Mexico el Día de los Muertos. Algo que muchas de estas festividades tienen en común es el culto a nuestros antepasados, a los ancestros que quizás tan siquiera conocimos pero que resuenan en nuestros pasos. La importancia del árbol del que procedemos trascendiende aquello que a veces imaginamos, encarnamos historias y dones de los que nadie nos ha hablado, espejamos los sueños de hombres y mujeres que vinieron antes que nosotros y que vivieron otras épocas, realidades muy distintas a las nuestras pero con emociones a veces idénticas. Personas, como nosotros, con sus alegrías y sus pesares, con sus personajes. Pero, ¿te has planteado que cuando la vivencia se trasciende quién nos acompaña ya no es esa persona tal y como la recordamos sino su esencia? Hoy, te escribo acompañada por mi abuela paterna, quién me hacía llegar a través de oleadas de amor esta reflexión con un mensaje.
0 Comentarios
|
Autora,
|