Te escribo este post la mañana de Yule, acompasando su energía con mi latir. La noche y su oscuridad me zarandean y el invierno alienta la noche que también me conforma, que vive en mi. Es tiempo de zambullirnos en nuestros océanos, de recorrer la cueva paso a paso y reconocer y abrazar las sombras que habitan ahí. "La luz!" me dijo Freya, y de pronto la comprendí. Pero no quiero privarte del recorrido por el que me condujo ella, prefiero que sean sus palabras las que resuenen en ti. Espero que el eco y la vibración que emana de ellas te transporten como me ha ocurrido a mi. Y es que es Freya, Diosa de la belleza y a la vez guerrera, quién nos hace llegar este ritual. A ella, esta diosa tan polifacética, encomendaron los nórdicos y germánicos muerte y fertilidad, amor y riqueza, profecía y magia... Personalmente, no puedo menos que amarla, pues su energía es tan hermosa: dulce y serena, fuerte y arraigada, joven y sabia. Me transmite calma, me llena de confianza, me recuerda que seguimos siendo jóvenes aun cuando somos ancianas...
2 Comentarios
Muy buenos días!
Te escribo ilusionada y feliz de compartir contigo el post de hoy que es tan especial para mí. Quizás ya sepas que hace unos días dedicamos un artículo al Yule, el próximo sabbath de la Rueda del año del calendario pagano, que celebraremos en el hemisferio Norte el 21 de Diciembre, por si no lo has leído te lo dejo aquí. Pero lo que quiero compartir hoy contigo el primero de los dos Rituales de Yule que los seres de luz (a los que estoy inmensamente agradecida) han facilitado para que junt@s podamos crecer y compartir. ¿Arrancamos? ¡Muy buenos días! Espero que estés disfrutando de este mes de Diciembre con el que despediremos el año, pero antes de que eso ocurra tendremos la ocasión de celebrar uno de los sabbaths más significativos de la Rueda del Año. ¿Lo conoces? El Yule, o Yuletide (tiempo de Yule), es la festividad pagana que coincide con el solsticio de invierno (21-22 de Diciembre en el hemisferio Norte) por lo que representaba la noche más larga de la Rueda del año pagano (el momento más oscuro, más frío). La festividad del Yule nos recuerda que ¡la rueda nunca deja de girar! En la la noche más larga vuelve a invertirse la polaridad: los días serán cada vez más largos, si queremos abrazar nuestras raíces y este sabbath, es interesante comprender lo que esto significa. Simbólicamente hablando y de acuerdo con la creencia pagana, Yule representa el renacimiento del Dios (Sol / Luz) después de su muerte en Samhain. |
Autora,
|