![]() Despierta la tierra, ruge, florece, bosteza. Se levante el velo que cubría su tez, revive de nuevo siendo simultáneamente joven y vieja . Bosteza la Primavera y con su primer aliento aviva nuestra claridad, despierta nuestra franqueza . La energía nos pide salir, resurgir: manifestarnos hacía fuera, pero el momento que transitamos y su trascendencia clama responsabilidad y conciencia. Que interesante reto tenemos entre manos: conciliar la impaciencia intrínseca de esta época, de la adolescencia, con la calma y sabiduría que necesita la humanidad, tras siglos de experiencia en este planeta. La Vida nos pide calma y el Alma rebotar, entonces: que así sea! Fundamos ambas energías para crear y renacer de una forma nueva. En el día del equinoccio conciliemos las polaridades, abracemos nuestras dualidades como no podría ser de otra manera, revivamos nuestro Ser acompañados por la Luna que mengua. Ostara despierta y nos embriaga de promesas, de sensaciones corporales, revitalizando nuestra esencia. La intrépida doncella que no teme florecer descubriendo el mundo con una mirada nueva. Su verdad es tan bella como honesta, suave su tez, enmarañada y larga su cabellera. Cubierta por una manto de flores y enredaderas resurge de la Tierra despertando con ella. Comparto contigo su Ritual, deseándote un mágico renacimiento allí donde estés, pues nada puede confinar la mágia que nos trae la llegada de la primavera.
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![]() La noche del pasado sábado entramos en esa misteriosa fase donde la Luna desaparece del cielo. La penúltima Luna Negra o Nueva del año como tal, ya que en Diciembre la útima Luna Nueva coincidirá con el sabbath de Yule y será Navidad. Y es que a veces olvidamos el poder y potencial de esta mágica fase lunar y todo lo que, en su maestría, la Luna nos enseña en cada fase lunar. Podemos aprovechar la Luna negra para fluir e ir hacia adentro descansando, soltando, sanado. Durmiendo si lo sentimos necesario, cuidándonos. Es el momento idóneo para limpiar nuestros minerales, péndulos, y amuletos de piedras así cómo para realizar rituales de limpieza, renovación o soltar. El nuevo año esta lleno de promesas, el cielo clama cambios y el 2020 nos abrirá sus puertas con nuevas experiencias y lecciones. Pero no se puede tomar algo nuevo con la mano llena: Hay que soltar. Nos sienta bien sacudirnos el polvo, limpiarnos las esquinas, para hacer espacio a todo aquello que ha de llegar. Algo mejor viene y quiere que prepares el lugar. ¿Qué mejor ocasión para hacerlo que la Luna Nueva? Te dejo un ritual muy sencillo para que la puedas aprovechar. |
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