Esta madrugada hemos tenido una super luna, llamada luna rosa, un evento especial lleno de energía que se une a las conjunciones astrológicas que hemos estado viviendo -¡y sintiendo!- estos últimos meses y días. Ayer la Diosa Vesta quiso hablarnos del fuego que nos habita, y hoy Maria Magdalena me invita a compartir un ritual canalizado en el que nos conduce a seguir abriendo nuestros pétalos para recibir, profundizando nuestra apertura, la dimensión de nuestra conciencia y nuestro sentir. Las activaciones que se están dando resuenan en nosotras, el sagrado Femenino despierta, a través de la energía kundalini que nos empuja a ser creativas, a estar más despiertas y/o activas, avivando nuestra pasión. La energía y el poder que posee nuestro útero se manifiesta (aunque no seas mujer la energía del sagrado femenino también se encuentra en tí y en tí despierta) invitándonos a sanarnos en ella, sanado en consecuencia nuestras relaciones, nuestro entorno, nuestra sociedades, ... esta Tierra que nos acoge y que tanto nos da con amor.
0 Comentarios
Tu eres tú hogar. Siempre puedes encontrarte en casa, cómo en casa. Sentir la lumbre, el calor, el afecto de la chimenea. El fuego interno nunca se apaga. Pero necesita de tí, de tu alimento, de tu aliento; tu atención y tu intención es todo lo que hace falta para alimentarlo, para alimentarte, para encender su (tú) llama. Soy Vesta. Soy consciente de quién soy, de mi ser, de la vibración de mi conciencia en todo su poder y significado. Muchos no entendieron, muchos son los que me han menospreciado al no comprender el poder y la sabiduría que Soy, que yo encarno. El amor que trae mi presencia, la comprensión, la trascendencia, el sosiego, la quietud, la certeza que integro, que traslado. Y es que aprendisteis a llevar la atención, la energía, a fuera, y no fueron instruidos en los conocimientos del fuego sagrado. En la creación de su sabiduría, el poder en él albergado. 4 - 4 - 4 (2+0+2+0) Me siento a escribir guiada por un impulso, un deseo profundo de hablarte. Quiero invitarte a paladear aquello que mi sentir desea contarte, para que sea tu cuerpo quién te muestre cómo resuenan en el este mensaje... Estamos en un momento de transición salvaje, con todos los maravillosos significados de esta palabra. Desde el momento de nuestro nacimiento nos hemos ido, cómo una planta, podando. Crecemos domesticando día a día lo que es natural en nosotros para encajar, para sentirnos aceptados, reconocidos, vistos, amados... Y así cortamos una ramita, y luego otra, y vamos moldeando, nuestra propia estructura. Renunciando, deformando, castrando nuestra propia naturaleza y forma. Lo hacemos como individuos, y lo hacemos como conjunto. Compitiendo, desconectados, proyectando... la mayoría del tiempo ajenos a la raíz de nuestro comportamiento, a la naturaleza de nuestros actos y las consecuencias que tienen en nosotros y en el mundo... Y aquí nos hallamos. ¿Castigo divino? ¿Intervención que viene a salvarnos? Me sorprende, cómo de nuevo, proyectamos fuera, haciéndonos pequeños, limitados... Cuando todo lo que está sucediendo nos grita desde otros planos "¡Abrir los ojos! Daros cuenta de la urgencia del cambio, del salto de conciencia necesario, porqué el cambio ya está ocurriendo, ya se está dando." Todos, todos, los que aquí nos encontramos formamos parte de este cambio. Cada uno de nosotros una pieza, un azulejo de un inmenso mosaico. Y por supuesto, la energía nos sostiene. Nos sostiene desde lo "alto" y nos sostiene cuando nos propina etéreamente dos guantazos. Para que sintamos, para que escuchemos de una vez aquello que desde dentro gritamos, para que puedan crecer, brotar y florecer todas las ramitas que tiempo atrás podamos. |
Autora,
|