Me gustaría compartir contigo distintas prácticas que podemos utilizar para elevar nuestra vibración. Distintas técnicas, algunas de ellas muy sencillas, que podemos integrar en nuestra cotidianidad de manera fácil para ayudárnos a vivir (vibrar) de una manera distinta. Observar en qué o cómo vibramos y acompañarnos en este tránsito puede ser un ejercicio de amor, conciencia y autocuidado. Facilitando también la conexión con los aprendizajes tan necesarios que ahora estamos experimentando. La presencia es la clave para poder escucharnos: observar qué está ocurriendo en mi (qué siento, qué me digo, cómo actuó): me permitirá descubrir en qué estoy vibrando y entonces podré ver/sentir qué necesito darme. Todos somos distintos y es importante respetarnos. A través de la práctica y experimentación podremos discernir que es lo que mejor se adapta a nosotros y así, desde el autocuidado, empezar a ejercitarlo. Te comparto a continuación algunas prácticas que he ido aprendiendo e integrando a lo largo de los años, algunas aprendidas en formaciones y otras sugeridas por los Seres de Luz, ¡espero de corazón que te sea útil! RESPIRACIÓN CONSCIENTE:
A veces no nos damos cuenta y no estamos tomando el Aire. Respiramos, sí, pero no tomamos como un acto voluntario hasta sentir cómo nos llega en lo más profundo, cómo nos llenamos. La respiración consciente (inhalar y exhalar de modo profundo, pausado e intencionado) nos relaja, conecta y expande. Realizar esta práctica nos ayuda a bajar de la mente al cuerpo, trayéndonos paz y presencia. TOMAR EL SOL DE MODO CONSCIENTE: No me refiero a ponernos morenos, ni mucho menos, sino a conectar con el Sol honrando el poder de este maravilloso astro que representa nuestra fuente de vida: sin él no existiriamos. El Sol es energía y por supuesto también vibración (una elevadísima por lo que los Seres de Luz me explican). Conectar con sus rayos dorados de modo consciente cinco minutos al día de modo intencionado y presente nos sana y equilibra. CONEXIÓN CON LA NATURALEZA: Hay muchísimo amor y sabiduría en la Naturaleza, ella y los seres que la conforman (árboles, piedras, ríos, animales … y un largo etcétera) no hacen distinción entre nosotros y ella. Se entiende a sí misma como un todo, por eso puede darnos tanta información sobre nosotros así como equilibrarnos y elevar nuestra vibración. ¿Cuantas veces has sentido una mejoría en tu estado de ánimo al pasar un rato, o unos días, en la Naturaleza? Recurrir a ella, de modo respetuosos y dejarnos sostener por su amorosa energía y sabiduría nos eleva. EL CANTO: La voz es nuestra herramienta fundamental de expresión, a la vez que el instrumento musical más cercano a nuestras emociones. Poner conciencia en ella supone un viaje de autoconocimiento y expresión de los diferentes planos de nuestro ser. La exploración del SER a través de la voz revela nuestras características y potenciales auténticos, perrmitiendo que se expresen libres, directa y eficazmente emociones, sentimientos y espíritu. LA MÚSICA: ¡La música es vibración! E influye de manera clara en nuestro estado mental y emocional. Ecuchar música de elevada vibración (theta music, mantras, 432 hz music, etc) así como canciones que nos hacen sentir bien (que nos elevan) es un sencillo y práctico modo de cuidar de nuestro estado vibratorio. ALIMENTACIÓN SANA: ¿Has oído eso de “Somos lo que comemos”? En efecto nuestra alimentación tiene una conexión directa con nuesta vibración y nutrirnos con alimentos sanos (no procesado, etc) hace que nos sintamos mejor y por lo tanto que vibremos más alto. ¡Nuestro cuerpo es el vehículo que nos permite vivir y gozar de esta humana experiencia! Del mismo modo, ingerir ciertas sustancias bebidas o alimentos también nos afecta bajando nuestra vibración. Es cierto que somos distintos, y en cuanto a la dieta es importante que sea honesta a las particularidades y necesidades de cada uno, escucha tu cuerpo y él te mostrará lo que le nutre o por el contrario le pesa. MANTENERNOS FISICAMENTE ACTIVOS: Hay muchas maneras de hacer ejercicio, y sobretodo, de mover la energía que somos y que creamos, y que en ocasiones puede quedar estancada o no encontrar una sana vía de salida. Caminar (dando un paseo sin prisa), bailar, practicar yoga o tai chi, son algunas de las muchas maneras en las que podemos movilizar nuestro cuerpo y su energía. La elevación de nuestra vibración será solo una de las muchas conseqüencias positivas. CULTIVAR SENTIMIENTOS DE ALTA FRECUENCIA VIBRATORIA: Como el agradecimiento, el perdón, la compasión, ... Son sentimientos que tienen una alta frecuencia vibratoria. Conectar con ellos, aunque al principio tengamos que lograrlo de forma intencionada (cultivandolo) es una práctica muy enriquecedora ¡que cala! AUTO-OBSERVACIÓN: Que no autocrítica ni juicio, sino autoconsciencia: trabajar para darnos cuenta, cada vez más, de lo que pensamos, lo que sentimos y sobre todo, lo que nos decimos para ser consecuentes y poder actuar al respecto. Esto nos va a permitir gradualmente alinearnos cada vez más con nuestra esencia. Liberandonos, en consecuencia, y elevando nuestra vibración. AMARNOS: No hay camino más directo que el del corazón, aunque a veces nos cuesta seguirlo, es el más hermoso y liberador proceso con el que podemos comprometernos. Amarnos, cambia por completo nuestra vibración, elevándola y conectándonos con aquello que somos y hemos sido siempre: Amor.
0 Comentarios
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
Autora,
|